Pensaba yo que el "buenismo" que impregna buena parte de la sociedad del siglo XXI era cosa nueva. Sin embargo, después de leer este relato escrito en 1976, compruebo que ya viene de lejos.
Los terrícolas descubren un planeta con características similares a la Tierra. Una nave se desplaza hasta allí para observar, inspeccionar, analizar y decidir si es adecuado para la vida humana y crear una colonia. La nave sufre una avería que le impide volver. También han desaparecido algunos de sus tripulantes.
Desde nuestro planeta, sale una pequeña nave con Margie como capitana, quien será la encargada de realizar las reparaciones pertinentes. En lugar de hacer exclusivamente su trabajo, se dedicará a complicarlo todo cuando conoce a los habitantes de ese lugar.
Los habitantes de ese planeta se alimentan con el calor del sol. Cuando es invierno, prenden fuego a los pozos de petróleo. Sí, literalmente, les prenden fuego y se agolpan alrededor.
Según lo que observan los astronautas -expertos cada uno en diferentes materias científicas y técnicas-, los habitantes son más inteligentes que nosotros, viven en paz y armonía, no hay lucha de poder, avaricia ni guerras. Y ese estilo de vida hace que decidan falsear el informe y decir que no es un planeta habitable para los terrícolas y así, conseguir salvar a los seres que lo pueblan.
En fin, que digo yo que si fueran más inteligentes que nosotros, no prendería fuego a los pozos de petróleo contaminando el planeta y ensuciando todo y agotando las existencias en un futuro más o menos cercano, sino que inventarían estufas o algo similar; o evolucionarían para comer lo que ofrece su naturaleza, tal y como alimentaron a los astronautas que se perdieron y fueron salvados por ellos.
Esa manía humana de pensar que somos malos, que no merecemos lo que tenemos, que "los otros" son siempre mejores...
Pues nada, que gracias a Maggie y sus compañeros, la Tierra de la ficción de El ojo del observador se puede ir a tomar por el saco si no se encuentra otro planeta habitable. Solo espero que no envíen a Maggie y su equipo al próximo.
Editorial de esta colección: Luis de Caralt editor (enlace a la entrada de mi blog con los relatos que lo forman y los enlaces a los ya leídos)
Año: 1978 Número: 18
Título: El ojo del observador
Autora: Lucy Rees
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