Me hubiera gustado leerlo en la playa, bajo la sombrilla, acompañada por la música que producen las olas del mar. Pero no ha podido ser. Aunque tengo playas en mi ciudad y muchas a pocos minutos en coche, este año he decido mantenerme apartada de la multitud. Así que lo he leído en casa, con la luz del atardecer y el frescor del ventilador.
No espero mucho de las novelas románticas. Al menos sí que sean coherentes y entretenidas, porque evidentes ya sé que serán. Y que el final siempre es feliz, con algún que otro problema, mal entendido y similar por el medio.
La razón por la que la he leído Besos de cereza, te la cuento después de los datos del libro.
La historia de Andrea y Kyle es un tanto peculiar, pues comienza en la adolescencia con un beso. Curiosamente, sin apenas verse las caras más de unos segundos, guardan este recuerdo durante años.
Destino o casualidad, se encuentran y se reconocen, dando comienzo a un tira y afloja que terminará con el "Sí, quiero". Lógico, por otra parte. Si por algo tienen éxito estas novelas es precisamente porque el amor siempre triunfa.
No entiendo los motivos que llevan a las escritoras a insistir en varias escenas, incluida la presentación, lo guapos, buenorros, etc. que están los personajes, cuando en la vida real no es así. Todos somos "normales", o normalmente guapos, con algún kilo de más, canas prematuras y arrugas incipientes. ¿Será por eso que soñamos con hombres de pasarela que nos abracen y nos amen? Sí, hay escenas subiditas de tono, más o menos elegantemente explicadas.
Ya me sucedió con otra historia de este mismo estilo romántico La magia de ser Sofía. ¿Será que ya soy demasiado mayor para la novela romántica o que he leído demasiado? ¿Hay un límite de libros leídos en el que empiezas a darte cuenta de que todo se repite?
En la narración introduce de forma superficial (suficiente para pensar luego en ello) temas tan candentes como la crianza en solitario, la educación de niños superdotados, desamor, la falta de atención de los padres hacia sus otros hijos cuando muere uno de ellos, trabajar por un sueño, homosexualidad. A veces no hace falta profundizar en un tema, si el cerebro receptor funciona correctamente.
Y eso me lleva al otro punto que no acostumbro a tratar son seres humanos femeninos y que sigo sin comprender: Las "feministas" que incluyen esta etiqueta en su perfil de redes sociales, muy orgullosas ellas, luego comparten en sus muros esta literatura y les gusta. Si es que en el fondo, como dice un chico que conocí hace tiempo: "Seréis todo lo feministas que queráis, pero cuando os gusta un tío, queréis que se comporte como un tío." Y aclaro, para las que no quieren leer entre líneas, que no se refiere en ningún momento a un hombre agresivo o brusco, sino a ser hombre y punto.
Título: Besos de cereza
Autora: Lorraine Cocó (Cartagena, Murcia. 1976)
2019
Páginas: 154
Este título lo elegí entre esta lista de libros con la palabra "besos" en el título:
Besos con sabor a piruletas. Carlota Manzano.
Besos, serie completa. Olivia Kiss.
Besos con sabor a fresas. Phavy Prieto.
Despertarme en tus besos 1, la primera vista. Mano Book.
Mil besos prohibidos. Sonsoles Ónega.
En la tierra de los primeros besos. Dulcinea.
Los besos en el pan. Almudena Grandes.
Besos rojos. Isabelle Ronin.
No quiero tus besos. Iris Romero Bermejo.
Besos de arena. Reyes Monforte.
24 besos. Caroline March.
Besos robados. Noelia Amarillo.
Besos de seda. Mary Jo Putney
Lo dejo en 14 porque la lista ya me parece demasiado extensa. Hay más.
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