Alex Florentine edita de forma independiente una biografía centrada en su vida con endometriosis.
Desde la infancia, su día a día está marcado por una enfermedad que todavía en 2020 está un poco ahí, en el limbo de los laboratorios. ¿Será porque la mayoría de los médicos, doctores e investigadores son hombres y nunca han tenido menstruación? Bueno, por experiencia he de decir que me he encontrado con mujeres médico que no se creían mi dolor, mi sufrimiento, mi impotencia, miedo, vergüenza, tristeza. Salía de la consulta como si hubiera hablando con una máquina.
Por boca de Superpelayina, de forma cronológica, nos va contando cómo empezó todo en la adolescencia y cómo vive la madurez. La falta de comprensión con la que se encontró, tanto a nivel médico como laboral. También de su entorno. Su experiencia pasando por el quirófano varias veces. Y todas las secuelas que condicionaron su vida pasada y presente.
Tal vez este libro deberían de leerlo más los hombres que mujeres. A todos les diría que su autora no exagera ni un ápice cuando describe los síntomas; es más, yo, que también los he vivido, creo que ha sido muy considerada, aunque clara, cuando habla de ellos.
Sí, señores, no es falso el dolor. No es "cuento" cuando dejamos todo y corremos al baño más cercano. Nos entristece no poder salir y disfrutar en vacaciones, siempre condicionadas por la endometriosis. Cuando tenemos los síntomas, lloramos esperando que las lágrimas nos calmen porque las pastillas tardan en hacer efecto. Pensamos que no somos "normales" porque no tenemos la posibilidad de hacer las cosas que las mujeres que no la sufren sí pueden.
Hasta que aceptamos que será imposible ser
madres, sentimos
¿tristeza ? ¿rabia? cuando nos preguntan: "¿Qué, para cuándo? Se te va a
pasar el arroz."
Damos cualquier disculpa cuando es un conocido. La familia y amistades
cercanas lo saben, ya no dicen nada; algunas te miran con pena. Y esa
sensación de vacío cuando salimos del quirófano "incompletas" y con la
certeza de no poder tener hijos... no se ha inventado palabra para ese
sentimiento.
Espero que Alex Florentine se sienta un poco más libre ahora que ha publicado su experiencia. Que muchas mujeres la lean y digan: "A mí también me ha pasado", o "Vaya, es lo que estoy viviendo ahora mismo". Dicen los psicólogos que escribir lo que sientes te libera. Espero que así sea.
Además de contarnos su vida con la endometriosis y las secuelas físicas que le ha dejado, nos da algunos consejos sobre alimentación, productos de higiene, de limpieza del hogar. Lógicamente, están basados en su experiencia y sus necesidades, pero pueden servirnos como orientación de qué cosas deberíamos dejar de utilizar.
Condescendencia. No quiero que nos traten con condescendencia. La endometriosis es una enfermedad real. Hay unos síntomas básicos que todas sufrimos y, luego, otros problemas físicos y psicológicos diferentes, porque no hay dos mujeres iguales.
Estoy segura de que ellos lo saben (hablo de los profesionales de la medicina), pero la tratan como si fuera una enfermedad rara que padece una persona entre mil millones. No se considera que compense investigar para atacarla cuando comienza.
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