En la revista El mueble leí una publicación presentando una nueva serie de ciencia ficción que se emite en una de esas cadenas de pago. Se trataba de Matabot.
No podría verla porque no estoy suscrita ni a ese canal ni a ningún otro; así que se me ocurrió buscar la novela en la que está basaba la serie y encontré la opción de leer en Amazon reading precisamente la primera de la saga en la que está basada la obra de televisión: Sistemas Críticos. Los diarios de Matabot.
Resulta que, en una ubicación en el futuro, hay una empresa que suministra todo el material que las expediciones necesitan cuando viajan a inspeccionar territorios posiblemente habitables en otros planetas. En el contrato hay una cláusula que obliga a sus clientes a tener una SegUnidad con componentes orgánicos cuyo trabajo será proteger a los humanos ante posibles accidentes.
En un momento dado, se descubre que las SegUnidades lo graban todo y lo envían a la empresa que utiliza esa información para vender más materiales a sus clientes: "La empresa de seguridad lo graba todo. No, no se lo dicen a la gente. Sí, todo el mundo lo sabe. No, no puedes hacer nada al respecto." ¿Te suena de algo esto?
Y ahí está Matabot, acompañando a un grupo de humanos, más otro humano mejorado con interfaz implantada.
Lo que hace que Matabot sea especial y, por tanto, nazca la historia, es que ha jaqueado su módulo de control y se pasa el tiempo viendo series y películas; está enganchado a "Auge y caída del santuario de la Luna". Por supuesto que colabora en lo que le piden, pero intenta terminar cuanto antes para volver a su módulo de carga y descanso para conectarse al canal de entretenimiento. No es que tenga sentimientos humanos, pero sí que manifiesta fastidio (se le ven los gestos cuando no utiliza el casco protector de su cara), sarcasmo, pesimismo en varias situaciones y, aunque intenta disimularlo, no siempre lo consigue; además, no soporta a los humanos.
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