En unos días nos iremos un fin de semana a La casa grande del Valle, hotel rural situado en El Valle (León), muy cerca de Ponferrada.
Parece un sitio tranquilo en el que, a pesar de que serán solo dos días, espero me sirvan para encontrar algunas respuestas.
Cuando hice la reserva vi que disponían de una pequeña biblioteca y pensé en dejar en ella un libro de la mía, uno de los breves, para que quien quisiera leerlo lo pudiera terminar durante su corta estancia.
Al mismo tiempo que buscaba el adecuado, decidí limpiar y colocar uno de los estantes. Allí encontré El cuaderno de bitácora, de Ferran Ramon-Cortés.
Volví a leerlo para dejar constancia en el blog de su existencia, su liberación y su nuevo hogar.
Es extraño la forma en la que la vida te pone delante, de manera inesperada, las peguntas que llevas haciéndote desde hace un tiempo. Tal vez, al igual que los protagonistas, este viaje me ayude a encontrar las respuestas.
Tanto para mantener un diálogo con otra persona, como si es con uno mismo, estos son puntos o pautas muy necesarias:
1.- Encontrar tiempo, sin prisas, sin interrupciones, sin distracciones.
2.- Escuchar con atención, con interés, dejando que el otro termine de exponer lo que sea que quiere decirnos. Permaneciendo atentos a las palabras y los gestos.
3.- Estar en contacto con los sentimientos. Los propios y los del otro, para poder entender lo que siente, conectar para ayudar.
4.- Aceptar sin juzgar. La comunicación necesita de aceptación, no de juicios ni críticas.
5.- Acompañar, avanzar juntos, no dar consejos. Lo que a mí me funciona, no tiene porqué funcionarle a otros.
Nota.-
Han pasado muchos años (en 2018) desde que escribí esta entrada. Desconozco la razón por la que no lo publiqué en su momento.
A veces me pasa, que no es que me olvide, sino que lo voy dejando para un momento más adecuado que pareciera no llegar nunca. Entonces, un día cualquiera, me obligo a hacer aquello que quedó en un rincón sin tirar, sin ordenar, a medio hacer, y, como en este caso, a publicar, aunque su momento haya pasado y no sea novedad, solo un recuerdo que, además, me dice que todo sigue igual, que las preguntas son las mismas y que las respuestas continúan sin ser encontradas por ninguna parte.
Necesito volver a este lugar, ver amanecer así, no hacerme más preguntas, y, simplemente, vivir.
Será difícil, por razones mil.
Fotos: Etel García
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