Cuando conseguí llegar al final, me paré un par de minutos a pensar si escribir en el blog sobre él. Tenía claro que no se lo recomendaría a nadie, pero tampoco quería dejarlo como un libro negativo pues siempre cabe la posibilidad de que a una persona le guste. En fin, que así, pensando, pensando, decidí comentarlo dividiendo mi opinión en dos puntos: Sí y No.
Sí lo
puedes leer en cualquier momento del día. Al tratarse de cuentos,
poemas (pocos), y trozos de novelas, es de esos libros que te pueden
acompañar en el transporte al trabajo, en un descanso, a ratos. Incluso
puede llevarte a buscar la novela completa de alguno de los escritores.
Creo que si lo hubiera leído sin ese enfoque de "dormir" y "estresados",
posiblemente me hubiera gustado.
No lo leas si quieres tener dulces sueños. Hay historias tristes. Yo no quiero irme a dormir pensando en penurias de otros: con las mías, tengo más que suficiente. Otras son... no encuentro la palabra; vamos, que de leerla antes de irme a dormir, tendría pesadillas.
De
verdad que no puedo creer que se hayan recopilado estos relatos,
poemas, pedazos de novelas para formar un libro con el título Cuentos de buenas noches para adultos estresados.
Me pareció aburrido, sin más. He pasado algunas páginas de largo porque el sopor se apoderaba de mí. Era tremendo. Reconozco que alguno de los días me dio hasta sueño. Igual, al final, ha servido para dormir.
Mi madre suele decir que ahora cualquiera escribe un libro. Estoy de acuerdo. Incluso para recopilar textos que te relajen y lleven a dormir con una sonrisa o con la mente tranquila hay que tener un poco más de arte y criterio que quienes decidieron publicar Cuentos de buenas noches para adultos estresados.
Quede claro que es mi opinión. Si lo has leído y te ha ayudado, estaré encantada de leer tu experiencia.
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