05/07/2025

Kindfulness

Leí hace tiempo, en alguna parte, no recuerdo dónde, esta frase: "Soy el noventa por ciento del libro que estoy leyendo." En mi caso, en algunas ocasiones, sucede.

Mientras leía Kindfulness fui amable conmigo misma, hasta el punto de reconocer y encajar muchas cosas que no estaba haciendo y eran importantes, otras que estaba haciendo mal, no sé si por enfocarlas de forma incorrecta, de otras que, por mucho que lo intentara, no sabía hacer mejor.

Mientras leía Kindfulness fui amable conmigo misma, hasta el punto de decidirme a dar un vuelco a mi vida, de dejar de agobiarme por lo que no me estaba proporcionado beneficios emocionales (a pesar de ser lo que me apasionaba) y de empezar a ordenar montones de cosas que quedaron abandonadas por todos los rincones de mi casa.
 
kindfulness

Acepté lo que hacía bien y me gustaba, lo que hacía mal y me gustaba, lo que debía hacer y no me gustaba. Fui amable conmigo misma y comencé a vivir con menos peso, más ligera. A pesar de que nunca pensé que en esta edad de mi existencia tendría que priorizar lo tedioso y dejar lo que me llenaba intelectualmente para otro momento más relajado que me permitiera disfrutarlo plenamente, comprendí que no podría divertirme con esto último si mi cabeza estaba constantemente pensando y haciéndome sentir mal y culpable por no terminar lo primero.

Cuando llegué a la última página de Kindfulness dejé de pensar que yo era única, que todo lo que me salía mal solo me pasaba a mí. Asumí que si Padraig O'Morain describía situaciones en las que me vi claramente identificada, era, como él mismo dice, porque en este mundo conocido hay millones de personas a las que, en algún momento de sus vidas, les ocurren cosas que se repiten a lo largo de los siglos en miles de seres y, por diferentes circunstancias, son las mismas. Humanidad compartida, lo llama.

He de reconocer que me ha ayudado a dar ese paso, a quererme tal y como soy, sin dejar de mejorar cada día, y avanzar.

Dedicaré el tiempo necesario a terminar todo aquello inconcluso que me hacía sentir culpable. Me perdonaré por haberlo dejado ahí tanto tiempo, ya que esta será la única manera de llegar a disfrutar de lo que de verdad me gusta. Y mientras ese momento llegue, me esforzaré en lo obligatorio del día a día, para que mi perdón sea sincero, dejando algo de tiempo para aquello que me hace sentir feliz.

Así pues, aplicaré la autocompasión consciente porque no siempre las cosas salen regular o mal porque no me he esforzado lo suficiente. En muchas ocasiones ese llamémosle "éxito" depende de terceros sobre los que no tenemos poder. Trabajaré en la atención plena y en ser amable con el número uno (yo) y le diré a mi crítico interior que deje de frenarme y se convierta en un buen amigo que me diga lo bueno y lo menos bueno que estoy haciendo en todos los campos: personal, laboral, de relaciones con los demás y conmigo misma.

Te recomiendo leer Kindfulness. Aunque seas una persona positiva que crea estar a casi el cien por cien satisfecha con su vida, seguro que descubrirás algo que realmente te ayude y, consecuentemente, a las demás personas de tu entorno. Podrás explicarles a aquellos que parecen un poco perdidos, cansados, estresados, culpables, la forma de modificar sus emociones negativas con un ejercicio tan sencillo, y a la vez difícil, que es aprender a ser amables con ellos mismos.


Título: Kindfulness
Autor. Padraig O'Morain
2019
Traducción: Carol Isern
Roca Editorial
Páginas: 284

No hay comentarios:

Publicar un comentario