No siempre tenemos la oportunidad de que alguien escriba una novela con nuestra ciudad de fondo.
Cuando descubrí Destino Gijón, ilusa de mí, creí que la encontraría en alguna de nuestras bibliotecas. Era lo lógico, pues Susana Martín Gijón ambientó su novela en Gijón, por lo que sería totalmente aceptable tener, al menos, un ejemplar. Pues no, no estaba disponible en ninguna de ellas.
Pensé en solicitar su compra; pero visto que llevamos años con escaso presupuesto para libros, decidí comprarla y no me arrepiento porque la voy a leer mas de dos veces.
Ya desde el principio me cautivó con su aventura para llegar al tren que la traería a Gijón donde debía presentar su último libro en la Semana Negra que se celebra en el mes de julio desde hace varios años.
¿Toques de humor dentro de una novela policíaca? Pues sí, y me gustan.
La trama, como en cualquier novela de estas características, gira en torno a un asesinato cometido en un barco anclado en el Puerto Deportivo (véase la imagen de la portada del libro)
Algo curioso resulta el atuendo del detective, no muy común en nuestra ciudad: un hombre con gabardina y sombrero en verano..., queda fuera de lugar, aunque gracioso. Annika y Susana se ofrecen a ayudarlo en su investigación y, gracias a la experiencia de ambas, -cada una en su campo-, consiguen que el asesino confiese el crimen. Todo sucede bastante rápido, pero no pierde por ello la intriga, la frescura, ni quita las ganas de seguir leyendo hasta el final.
Los capítulos se van alternando, hablando ella, el supuesto asesino, el detective, fácilmente identificados por sus diferentes formas de expresarse.
Me resultó extraño que mencionara a varios personajes como si fueran ficción dentro de la ficción. No entendía los motivos. Cuando terminé la lectura y busqué información, todo quedó claro: Annika, la policía, forma parte de sus anteriores novelas. La inclusión de ella misma, siendo ella, resulta coherente, creíble y hace el relato cercano.
Además, entre una y otra pesquisa, deja espacio para la crítica social, la hipocresía en la clase alta, lo positivo que resulta el trabajo en equipo, la pasión por la profesión, los roces de la amistad, y el humor que comentaba antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario