No había leído otras obras de George Orwell más allá de Rebelión en la granja y 1984 (ambas releídas muchas veces a lo largo de mi vida); así que, al encontrar Subir a respirar en eBiblio Asturias, me lancé a la aventura.
Si bien al principio pensé que George Bowling era un hombre normal y corriente y no captaba la relevancia para ser protagonista de una novela, según iba conociéndole mejor, se fue transformando en alguien que quiere ser normal y corriente y lo consigue sin serlo; aunque solo él sabe que no lo es y ya que no le interesa que nadie más lo sepa, lo disimula bien.
Salvo los párrafos en los que la pesca es lo único de lo que habla (y me aburrió), el resto es realmente interesante. No hemos vivido en ese país, en aquella época antes de la Segunda Guerra Mundial, pero no por ello nos quedaremos sin entender la profundidad del mensaje de un hombre sin aparente relevancia en el devenir de los acontecimientos.
Hay algo especial en cómo el escritor construye una novela a partir de una vida corriente y la convierte en algo atrayente para el lector.
Subir a respirar es una mezcla entre novela intimista, costumbrista y de gran realismo literario. Un único personaje que, según avanza el día, lleva su mente al pasado, a la infancia, la juventud, el colegio, la guerra, el trabajo, su pueblo, la familia, los amigos, su pasión por la pesca, la lectura, la política, el comportamiento humano, el conformismo, la desigualdad en las clases sociales, la ignorancia aceptada... Luego regresa al presente y la nostalgia de una vida mejor, más simple y tranquila, le anima a volver a sus orígenes, descubriendo que no solo él ha cambiado, sino también aquel mundo, más de lo que podría imaginar, y no es capaz de asimilarlo.
Quizá ese único personaje que hace un monólogo de más de 200 páginas dirigiéndose a la única persona que está al otro lado del papel o la pantalla, podría resultar aburrido. ¡Todo lo contrario! A mí me conquistó.
Al final, puedes llegar a pensar que también tu vida normal podría resultar interesante si supieras cómo narrarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario