Buscamos respuestas en libros, respuestas que ya hemos leído, vivido, escuchado cientos o miles de veces dependiendo de nuestra edad. Respuestas que rechazamos porque no nos convienen en esa ocasión o porque no las entendemos o porque no es el momento de ponerlas en práctica.
Yo estaba buscando respuestas en un libro que abandoné antes de llegar a la mitad porque, no solo no estaba encontrado lo que buscaba, sino que me estaba llevando a un pozo sin fondo.
Un libro de crecimiento personal nunca debería traumatizarnos. Debería de ir al grano desde la primera página para motivarnos a seguir profundizando en lo que necesitamos. Así fue cómo dejé uno y, sin buscarlo, encontré El arte de vivir con sencillez en el que, precisamente, de una forma relajada y sincera, encontré lo que el otro prometía y ya nunca sabré si lo encontraría porque, por muy buenas críticas que haya recibido, a mí me ahuyentó su tecnicismo y falta de sensibilidad.
Shunmyo Masuno va directo a lo que nos preocupa con palabras sencillas y sin rodeos. Otra cosa será si nos interesa hacerle caso y poner en práctica sus 100 enseñanzas para una vida calmada y feliz.
Si te animas a leerlo, encontrarás frases que las llamadas "influencers" utilizan en sus publicaciones como si hubieran salido de su boca. Curiosamente ganan miles de "likes" y comentarios del tipo "Tienes toda la razón", "Hoy mismo empiezo", "Voy a hacerte caso", y todo sin saber que hace miles de años ya fueron dichas por religiosos y filósofos.
Disfrutar del día, reservar tiempo para ti, deshacerte de lo que no necesitas, comer sano y saborear cada bocado, agradecer lo que tenemos, vivir con sencillez, no preocuparse por lo que no se puede controlar, conectar con la naturaleza, son algunas de las recomendaciones.
Igual deberíamos anotarlas en una libreta, ver cuáles están en nuestro día a día y cuáles no. Analizarlas tranquilamente y buscar una forma de incluirlas en nuestra ajetreada vida.
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