Siendo de Letras, no pude resistir la tentación de comprar esta revista de National Geographic con la que recordaré cosas aprendidas hace muchos años y, seguramente, alguna nueva.
Uno de los problemas que tenemos las personas
lectoras es haber estudiado con los que se denominan "los clásicos".
Si además -en mi caso-, añadimos que estudié Latín y Griego, ya la cosa se
complica a la hora de valorar la "literatura" actual, más concretamente la del siglo XXI.
Igualmente, si hemos leído todos los días de nuestra vida novelas de diferentes estilos, cuando llegamos a una obra actual, notamos un lenguaje demasiado simple; al poco de iniciar la lectura, sabemos por dónde va a seguir la trama y hasta dibujamos mentalmente el desenlace. Todo ello, deriva en desconfianza a la hora de elegir una novedad temiendo que no nos sorprenda y perdamos nuestro preciado y ya escaso tiempo por tener la edad que tenemos.
Leer Genios de la literatura me ha dado un respiro entre tanta novela superficial y me anima a terminar 3 novelas que dejé a medias en meses anteriores porque me resultaban insulsas, con personajes insustanciales y tramas nada atractivas. Así que, lo que queda año será para forzarme a finalizar lecturas o abandonarlas definitivamente, esperando llegar a enero de 2025 con ganas de novedades (tengo muchas) entre las que espero encontrar alguna que me sorprenda. De no ser así, regresaré a los clásicos, pues tengo muchos en casa con una sola lectura y me apetece volver a disfrutarlos.
En Genios de la literatura vas a conocer un poco mejor a: Dante, Cervantes, Shakespeare, Jane Austen, los hermanos Grimm, Mary Shelley, Alejandro Dumas, Dickens, Julio Verne y Arthur Conan Doyle.
No hay biografías extensas ni se tratan todas sus obras, pero sí que sirven para recordar, en el caso de que tu edad sea más de 50. Estaría bien que la compartas con las generaciones jóvenes con las que convivas y les recomiendes leer alguna de estas obras mundialmente conocidas para que no se queden en el olvido. En mi opinión, ninguna está pasada de moda y en todas se pueden encontrar o bien similitudes con la época actual o bien errores que se cometieron en el pasado y convendría no repetir ni en el presente ni en el futuro.
He disfrutado tanto que fui en busca de mis libros de Literatura del instituto y los he puesto ahí, a mano, para leerlos, que no es lo mismo que estudiarlos para un examen. Estoy segura de que, en esta ocasión, apreciaré más todo lo que me cuente.
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