No sabía cómo titular esta entrada del blog y se me ocurrió utilizar la palabra ecléctico para ello. La razón es bien simple y se puede apreciar al primer vistazo en la imagen y es que cada una de las 4 novelas que he comprado ayer en una tienda de segunda mano no tienen nada que ver las unas con las otras.
Las dos ancianas, de Velma Wallis.
Fue el comentario de Ursula K. Le Guien el que me animó definitivamente a llevarla, una vez leída la sinopsis en la contraportada.
Es una obra muy corta, de apenas 141 páginas. Si no me gustara, podría volver a llevarla a la misma tienda para que otra persona la pueda comprar.
El vendedor de naranjas, de Fernando Fernán-Gómez
La elegí únicamente porque solo conozco la faceta del actor y quiero saber cómo era el escritor.
El Gran Gigante bonachón, de Roald Dahl
Siento curiosidad por este escritor del que tantos hablan. Creo que esta es una buena oportunidad para empezar a conocer su obra literaria, aunque, al parecer, esté orientada a los jóvenes. La edad no debería ser una barrera para disfrutar de la lectura.
Gangsta granny, de David Walliams
Es la edición en inglés. Tengo pendiente de leer en español La abuela gánster ataca de nuevo (disponible en eBiblio Asturias) porque en la portada aparece un gato y lo quiero comentar en el blog literario de gata Rassel.
Creo que Gangsta granny es la primera sobre la abuela, así que estará bien conocerla a través de esta novela para saber cómo es antes de leer la supuesta segunda parte.
Dejé en la tienda 4 libros más que me interesaban. Básicamente no los compré porque no sé de dónde voy a sacar tiempo para estos y los que ya tengo en casa. No soy lectora compulsiva. No suelo leer libros más de una hora al día (también dedico tiempo a artículos de prensa), pero sí que soy constante y esta es la mejor forma de avanzar. También he aprendido hace poco a dejar de lado una novela si no me engancha a partir de la página 50. Me apena, pero ya no tengo edad para perder el poco tiempo que me queda sufriendo por querer terminar una historia que no me comunica nada.
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