Pensaba que aprendería algo con este libro, quiero decir algo más que con los artículos sueltos que he leído desde que el hygge se puso de moda hace unos años. Excepto por las recetas del final, no me ha contado nada que no supiera ya. Creo que incluso han sido mejores algunas publicaciones de revistas.
La
definición de hygge así como la práctica del mismo en Dinamarca no se
diferencia mucho de la actitud que todos deberíamos tener ante la vida. A
saber: disfrutar del tiempo libre, de estar con la familia y amigos, de
tener la vivienda limpia y ordenada, decorada de forma acogedora para
pasar en ella tiempo de calidad, compartir comida y bebida con personas a
las que queremos, tanto en casa como en una cafetería hablando,
escuchando. Vamos, que en Dinamarca y en cualquier parte del mundo
deberíamos apreciar más la vida, así, en general, y poner todo nuestro
empeño en que no sea una tortura trabajar o buscar trabajo y encontrar
cosas agradables que hacer el resto del tiempo que nos dejen las
obligaciones.
En
una palabra: utopía. Sí, porque encerrándonos en casa durante meses en
2020, la mayoría de las personas han sido incapaces de encontrarse,
conocerse, aceptarse, mejorar, y descubrir su verdadera meta o finalidad
en el mundo o en su pequeño entorno. No sé de qué sirve tanta filosofía
de vida y tantos métodos de búsqueda de la felicidad si luego nos
resulta tan doloroso encontrarla y apreciarla.
Por
supuesto que sería maravilloso pasar la tarde del sábado en el sofá,
solos, en pareja o con amigos, con la mesa llena de tazas de chocolate
caliente y tarta. Viendo una película y comentándola después. O leyendo
una novela y reflexionando. O jugando con la consola o a las
cartas y ¿reflexionando? Pero para llegar a eso, hay que tener trabajo y
dinero para hacer la compra. Luego saber cocinar o tener intención de
aprender. Después habrá que recoger todo y limpiarlo, para terminar
guardándolo en el armario. Vaya, parece que lo único que veo es ajetreo.
¡Tanto trabajo para desconectar y ser feliz un par de horas! Bueno,
supongo que merece la pena, al menos es lo que la autora quiere hacernos
creer. Todo ello sin olvidar que es absolutamente imprescindible saber
estar solos o tener pareja o tener amigos.
No
vivimos en los mundos de Yupi, ni existen los unicornios de crines y
cola con los colores del arcoíris. Esto es el mundo real. Cada uno
deberá buscar motivaciones adaptadas a su estilo de vida y personalidad
para terminar el día pensando que ha sido feliz durante cuánto, ¿una
hora? Tendrá que ser suficiente para cargar las pilas. Y hay que dejar
ya de una vez de ponerle nombres a todo esto.
En
el apartado de las recetas he de decir que está bien, incluso he
anotado dos para prepararlas a mi estilo, por supuesto. De todas formas,
resulta sencillo hacer una búsqueda en Internet y estoy segura de que
saldrán muchas más.
En general, no recomiendo
este libro. Debería ser revisado y, si fuera necesario, quitar párrafos
repetitivos que hacen la lectura un poco infantil y aburrida. Podría
mejorar, aunque perdiera unas cuantas páginas. La traducción no es
demasiado buena, cambia de tú a usted constantemente y hay algunas
frases que no tienen sentido por la incorrecta traducción de palabras.
Título: Hygge
Autora: Hanne Jorgensenn
2020
Páginas: 111
Leído con Kindle Unlimited en 2020, cuando pagaba la suscripción
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