Dentro de este libro encontraremos 5 relatos, de esos que es mejor leer a la luz del sol si eres una persona a la que no le hace mucha gracia el asunto.
No todos son de dar excesivo miedo, pero algún que otro y algún que otro detalle, te deja un poco así, como cuando eras niño y te contaban por la noche historias de fantasmas y brujas.
Los títulos dentro de Relatos de brujas en Cantabria:
- La tía Sinda
- Los perros
- Al cobijo del carru rozu
- La venta Runela
- La Cadavieca
A continuación, una pequeña sinopsis personal de cada uno para animarte a leerlo. Tal vez te guste saber de historias de brujería y superstición que se vivían en la antigüedad, principalmente en los pueblos, y que en la actualidad se están perdiendo o cambiando por otros asuntos quizás un poco más frívolos, pero que, al fin y al cabo, tienen su influencia en este tipo de literatura que pasaba de generación en generación contada en la mesa o alrededor del fuego en las largas y frías noches de invierno.
La tía Sinda.
Cuenta la historia de un antiguo molino que fue parada de hombres de camino o vuelta de las cabañas, de mujeres que iban a moler el maíz, hasta que lo compró la tía Sinda y vino a vivir con su familia. A partir de entonces, las cosas en el valle de Buelna cambiaron. Fue curandera. Cuando murió, su hija parece que heredó sus poderes; aunque el relato no lo cuenta, lo da a entender. Murió 15 años después de su madre. Al ir enterrarla, vieron que el cuerpo estaba incorrupto y la tuvieron que cortar en trozos para poner a su hija con ella.
Los perros.
Esta historia me dio un poco de miedo. Son las típicas para contar en una noche de invierno, solo con la luz de la chimenea y mucha templanza, si el narrador la sabe interpretar bien.
Al cobijo del carru rozu.
Cabezón de la Sal, Monte Corona, Comillas, Udías, La Virgen del Mozucu.
Un viajero quiere conocer esas tierras de las que le han contado maravillas. Se para en un bar y habla con los paisanos. Cuando el paisano de Rodeas está segando, el viajero que pasaba por allí, le pregunta por El Picu del Carru Rozu y este le dice que parece la escultura de un carretero, un crio y un perro que fueron a trabajar en domingo y Dios los castigó convirtiéndolos en piedra. Le invita a comer en su casa con la familia y le narra la historia de una bruja llamada Domitila que mataba a las vacas. Decir solavalle la ahuyentaba y también llevar ruda en el bolsillo. Un cuento muy interesante.
La Venta Runela.
Abría martes y viernes para vender vino. Y en invierno, permanecía cerrada.
Rosendo y Dorotea se casan. Dorotea es muy cotilla y pasa el tiempo de charla con otras mujeres del lugar. Cuando se queda embarazada, de camino a casa, se encuentra con una vieja que le dice que sabe que tiene un antojo. La cita en la Venta Runela y le dice que va a poder beber, aunque esté preñada, todo el vino que quiera, pero con una condición: No mencionar a Dios. Las dos menguan hasta el tamaño de una mosca y entran. Dorotea se harta de beber vino y como no se emborracha, da gracias a Dios. Entonces, la vieja desaparece y ella vuelve a su tamaño normal, por lo que no puede salir, ya que la puerta está cerrada por fuera. ¿Cómo crees que termina la historia?
La Cadavieca es el único relato en el aparece un gato, por lo que lo he comentada en el blog de mi gata Rassel y puedes leer el comentario tocando La Cadavieca.
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