05/11/2025

La araña

Hace un par de semanas, una araña se vino a vivir a la farola que está frente a mí ventana.

En este tiempo, el viento y la lluvia le rompieron varias veces su tela, esa que con tanto esmero teje y vuelve a tener una y otra vez, sin descanso, con esmero.
 
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La primera vez que las inclemencias del tiempo la destrozaron, pensé que se iría a un lugar más amigable, mi ventana, por ejemplo. Pero, no. Sigue en la farola y no se rinde o amilana. Debería tomarla como ejemplo, aprender a no abandonar aquello que empiezo dejándolo a la mitad o lo que ni me planteo iniciar o lo que olvido que tengo que hacer.
 
"Amilanarse significa acobardarse, sentirse intimidado o con falta de valor, mientras que rendirse implica ceder o abandonar una lucha o resistencia después de haberse esforzado. Una persona se puede amilanar por miedo y, como consecuencia, rendirse.
 
Cada animal nos enseña algo: paciencia, tesón, astucia, perseverancia, diversión, fidelidad... Los humanos no aprendemos nada de ellos y seguimos al rebaño, no precisamente como ovejas unidas por una misma lucha, sino como seres de cerebros vacíos que imitan lo que el que aparenta ser el listo hace. Sin analizar. Atrofiados. Deshumanizados. 
 

 
Foto Pixabay

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